Y en el amargo silencio que el espacio conllevaba se oían gritos , murciélagos de mañanas tristes , pintadas de azul, granate y grises.
El suelo era de cueva cambiante de habitantes los lunes por la mañana , su piel era verde tintada como los prados que no había y las luces que no se apagaban.
Era mago de las palabras , de las sonrisas , del desengaño y el olvido .Era mago de la realidad y la ficción .De los sueños que por fricción se hacen realidad.
martes, 28 de febrero de 2012
Microcuento.
Publicado por Nin en 11:17 0 comentarios
Etiquetas: Microhistorias.
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